Investigación

Movimiento Rastafari y Música Reggae

Situación económica y política en Jamaica en los años 60s, Bob Marley como leyenda musical y referente Rasta apolítico

La cultura Rastafari, surgida en el caribe y posteriormente con gran expansión social en todo el mundo, germinaba en 1930 en los barrios marginales de Kingston, Jamaica, que para entonces estaba sumida en una gran depresión económica y social. El rastafari o Rastafarismo desde sus orígenes tomó forma como un movimiento social, religioso y/o espiritual que expresaba el sentimiento generalizado de la comunidad negra oprimida y discriminada tras siglos y siglos de explotación, esclavitud y colonización, y este movimiento pretendía dignificar de nuevo a la comunidad negra de Jamaica, aunque también compartía ideas de la liberación africana. Influenciado entonces por corrientes de pensamiento locales, de tipo espiritual y filosófico, tales como el panafricanismo,​ el afroamericano, el hinduismo, la tradición judeocristiana,​ y tradiciones de procedencia africana entre otras,​ con enfoque Afrocéntrico y una fuerte concepción de diáspora, que considera entre otros otras cosas, que Haile Selassie I, que fue un emperador de Ethiopia, era la encarnación de dios en la tierra, considerado además por los rastafaris como el redentor de la africanía en diáspora y el prometido y esperado dios bíblico. La cultura rastafari además bebe del movimiento Garveyista, una filosofía política del nacionalismo negro. Principalmente podría decirse que es una cultura que nace como una forma de resistencia social y cultural respecto al sistema estado nacional, para lo cual, había que mantenerse unificados mediante una construcción identitaria basado en la diáspora internacional de los africanos como consecuencia de la esclavitud en América y, por ende, fundamentado en la construcción simbólica de una nación cultural en diáspora, en la que los componentes culturales de variadas tribus africanas, del cristianismo y del judaísmo, fueron resignificados para dar pie a una nueva cultura, para crear su propia identidad, desde la reivindicación y recuperación de un pasado propio común o asumido como propio. En este sentido, el movimiento Rastafari comprende una gran variedad de manifestaciones culturales, que van desde lo espiritual, político, social y musical, entre otras y, con una marcada identidad nacionalista o nacionalismo cultural en diáspora.

La palabra rastafari, además, parte de un origen y un significado, puesto que el prefijo “Ras” era utilizado para nombrar los príncipes del imperio etíope y “Tafari” era el nombre del emperador Haile Selassie hasta antes de su coronación.

Por otra parte, a finales de los 60’s surgió el reggae como una nueva creación artística de las grandes masas oprimidas de Jamaica; cabe destacar que, aunque el reggae no es una creación u invención Rastafari, muchos de los primeros intérpretes del género musical sí fueron Rastafari y posteriormente, durante el auge de estos sonidos, la apariencia rasta se desarrolló en ese entorno, siendo este hecho, el que conllevó a que comúnmente se asociara al reggae con Rastafari.  La etapa artístico-musical del desarrollo Rastafari se desarrolló entre los años 1969 a 1995. Dicha etapa, se caracterizó porque los Rastafari comenzaron a hacer reggae: la cultura Rastafari poco a poco se dio a conocer principalmente por medio de la música; desde Jamaica se fue abriendo paso a un mercado mundial del Reggae como género musical y como una identidad cultural con valores y creencias compartidas, así como una estética que se fue haciendo popular y se fue asociando al movimiento rasta, manifestando la divinidad de Haile Selassie, la importancia por la reivindicación social en torno al movimiento, la lucha de Marcus Garvey, la historia de la fundación del Imperio de Etiopía y con ello, su importancia para todos los afrodescendientes y la elevación de África como un lugar sagrado. Por su parte, el reggae le dio a los Rastafari, el principal vehículo de comunicación por medio del cual transmitir sus enseñanzas y cultura, siendo este, el medio por el que gran parte de los afiliados Rastafari a nivel mundial han conocido la cultura, la han interiorizado e integrado a sus vidas.

En cuanto al contexto político-económico, en el año 1962 se produce la independencia de Jamaica de la colonia británica, tras más de 400 años de colonización, control colonial y esclavismo. Todas las esperanzas en un cambio de la situación social se vieron frustradas, especialmente de los negros de los guetos jamaicanos, con una eminente crisis de identidad, un paro de un 26% y la perpetuación de una sociedad racista. La única salida política que vieron muchos afrodescendientes fue el rastafarismo, los únicos que reproducían un discurso de conciencia negra similar al que existía ya en Estados Unidos con el Movimiento por los Derechos Civiles.

En esta escena sociohistórica, aparece Robert Nesta Marley, al que todos conocemos como Bob Marley; cantante, guitarrista y compositor jamaicano, nacido en la localidad de Nine Mile, un 6 de enero de 1945. Hoy día sigue siendo especialmente conocido como el referente más popular de música reggae y de difusión del movimiento rastafari. Durante su trayecto musical fue el líder, compositor y guitarrista de las bandas The Wailers (1964-1974) y Bob Marley & The Wailers (1974-1980). Entre sus temas más conocidos se encuentran sencillos como I Shot the Sheriff, No Woman, No Cry», Jamming, Redemption Song y, junto con The Wailers, Three Little Birds, así como Buffalo Soldier. El álbum recopilatorio Legend, lanzado por Island Records en 1984, tres años después de su muerte, es el álbum de Reggae más vendido de la historia con 15 discos de platino en Estados Unidos.

Además de dar a conocer mundialmente la música reggae, la popularidad de Bob Marley como músico coincidió con el aumento de la tensión política en Jamaica en los años 60 y 70s; revueltas y conflictos sociales (muchos de estos armados), represión policial, hambre y pobreza, delincuencia y violencia en las calles, …

Bob Marley fue una figura artística muy influyente en Jamaica, así como en el resto del mundo respecto a su posicionamiento apolítico, y es que, a pesar de encontrarse en un contexto sociohistórico fuertemente marcado por dos partidos políticos contrapuestos en su país natal, él no se posicionaba ni simpatizaba con ningún bando político: «Ni marxista ni capitalista», dijo una vez. «Rasta». Aun así, fue un referente importante para los jamaicanos, porque llamaba a la conciencia social y al despertar individual y colectivo de forma pacífica, frente a una realidad política y económica que les estaba avasallando. Así como analizaba la raíz de la opresión que sufría su pueblo y animaba a una resistencia pacífica. Defendía los principios y valores rastafaris que predicaban la unidad de la comunidad negra, y la conciliación y unión de las personas de forma pacífica. Mediante sus entrevistas, sus discursos, sus actuaciones en público y las letras de sus canciones, reflejaba sus valores comunitarios pacifistas y antimilitaristas, sus denuncias sociales respecto a las injusticias y la situación política y socioeconómica de su país, su contraposición y desconfianza respecto al sistema hegemónico impuesto y la incompetencia de los políticos, … además de lo que transmitía con su actitud y modo de vida, y lo que predicaba respecto a la riqueza espiritual y social. A través de la música buscaba una forma de hacer llegar su mensaje e invitaba a todo aquel que le escuchase a la reflexión y a la crítica social. Las letras eran su mejor arma para defenderse y reivindicarse desde el pacifismo, cuando ahondamos en sus canciones podemos encontrar múltiples referencias a esa crítica social y política inserta en el contexto histórico donde se encontraba, y mensajes aludiendo a la libertad tanto del pueblo jamaicano como en general de las personas del mundo.

Ejemplos de ello, en canciones como Slave driver, que dice así: «jefe de esclavos, la historia se dio la vuelta, tocaste el fuego y ahora te vas a quemar (…) Cada vez que escucho el golpe de un látigo se me hiela la sangre, recuerdo los barcos de esclavos, como trataron brutalmente a buenas almas. (…) Hoy nos dicen que somos libres para encadenarnos a la pobreza, oh señor, pienso que el analfabetismo es solo una máquina para hacer dinero».

War, era una reivindicación a viva voz de las injusticias vividas personalmente. Esta canción está basada en un discurso de Haile Selassie I por la reconciliación, que relata principalmente el conflicto de razas y el concepto de superioridad de unas personas sobre otras, y que en todos los lugares se forman guerras y/o conflictos, debido a las diferencias fisiológicas o fenotípicas como el color de la piel, diferencias que los grupos privilegiados ven como una amenaza, y esto crea mayor desigualdad y opresión respecto a las personas racializadas. Bob Marley además hace un llamamiento a los derechos humanos y a la igualdad de oportunidades.

Letras como las de Redemption Song invitan a la emancipación mental. Esta grabación acústica lleva el germen de sus ideales basados en el movimiento Rastafarai, y también en el deseo de que la paz fuese posible sin importar el color de la piel, las inclinaciones políticas o las clases sociales.

La canción Crazy Baldhead está repleta de significado político y de crítica social, es una defensa contra el racismo. Trataba de la continua opresión de los negros en Jamaica: «Una vez explotados como esclavos, ahora eran explotados como hombres libres debido a que los blancos estaban dejando a los jamaiquinos nativos al margen y negándoles justicia económica, a pesar de la contribución de los isleños nativos».

Get up, Stand up, es una canción sobre derechos humanos, que proclama: «Levántate, ponte de pie, ponte en pie por tus derechos, no abandones la lucha» (Refiriéndose al pueblo jamaicano). «Tú puedes tomar por tonta a la gente a veces, pero no puedes tomar por tonta a la gente todo el tiempo» (Refiriéndose a los políticos). «Así que ahora que vemos la luz, ¡nos vamos a poner en pie por nuestros derechos!» (Aludiendo de nuevo al pueblo jamaicano y a él mismo).

En la canción Trenchtown Rock, que interpretaba junto a The Wailers, hace referencia al barrio donde se crio, un gueto a las afueras de Kingston, y representaba un hito para los jóvenes jamaicanos que defendían su independencia del sistema político. También nombra este barrio en su famosa canción No woman no cry.

Volviendo a la situación sociopolítica y económica de Jamaica, en 1972, el socialista Michael Manley ganó las elecciones. Estados Unidos ante el temor de que Jamaica se convirtiera en una nueva Cuba, comenzó a suministrar armas a la oposición. Como consecuencia, la violencia política se disparó. Empezaron a ser habituales los enfrentamientos políticos en las calles. La tensión se incrementó en las elecciones de 1976 con la división de dos bandos políticos: por un lado, estaban los defensores del Partido Nacional Popular (PNP) del Primer Ministro Michael Manley, quienes eran acusados de comunistas. Y, por otro lado, el Partido Laborista de Jamaica (JLP), atribuido por algunos al fascismo, cuyo representante era Edward Seaga, cuyos intereses estaban asociados a los de EEUU.

En esa época, Bob Marley ya era un ídolo nacional. Toda Jamaica le conocía y admiraba, por lo que los dos partidos intentaron persuadirle en muchas ocasiones para su propio beneficio, para que se posicionase en alguno de los dos bandos, y así ganar más votos. Pero Bob Marley una vez más no se inclinaba por ningún bando. Sin embargo, como muestra de su compromiso social, propuso organizar un concierto gratuito con el nombre de Smile Jamaica para el 5 de diciembre de 1976, y de esta manera fomentar la unidad de todos los jamaicanos, la reconciliación nacional y el cese de la violencia; su intención no tenía nada que ver con respaldar ni apoyar a ningún partido político. Pero, tras anunciarse la fecha, el primer ministro Manley, como estrategia política, convocó las elecciones para la siguiente semana con la intención de conseguir los votos que le faltaban para ganar las elecciones. De esta manera, el concierto fue interpretado por la oposición como un acto de apoyo a la campaña de los socialistas. A raíz de esto, Bob Marley recibió muchas presiones y amenazas de muerte para que no actuara. Dos días antes del evento, el 3 de diciembre, varios pistoleros entraron en la casa de Bob Marley disparando ininterrumpidamente, pero sorprendentemente Bob sobrevivió y solo tuvo un pequeño rasguño causado por una de las balas que le rozó por un costado. A pesar del atentado y del peligro de que se volviera a repetir, Bob decidió seguir adelante con el concierto como tenía previsto. Cantó y tocó como había prometido, e incluso enseñó las heridas que le habían producido los disparos. No obstante, aquel atentado contra su vida provocó el exilio autoimpuesto de Bob hacia Inglaterra. Allí continuó difundiendo el movimiento rastafari a través de sus temas, ya convertidos en himnos para toda una generación. Se centró en su música de pleno, y el resultado de esa intensa creatividad fue el álbum Exodus (1977), considerado la cumbre de su carrera. A partir de ese momento, Bob Marley encadenó un éxito tras otro y emprendió una gira mundial. Mientras tanto, la confrontación entre los diferentes bandos continuaba imperando en Jamaica.

El 22 de abril de 1978 en Kingston, Jamaica, se organizó One Love Peace Concert, un gran concierto de reggae organizado con la intención de reconciliar a los dos bandos políticos del país, el socialista Partido Nacional del Pueblo (PNP) y el conservador Partido Laborista de Jamaica (JLP), y una iniciativa que reunió a 16 artistas cuya misión era unir al pueblo dividido de Jamaica con música, y uno de esos invitados era Bob Marley. Más de 30.000 espectadores abarrotaron el Estadio Nacional, y a medianoche, tras siete horas de concierto, apareció en el escenario Bob Marley. Marley cantó sus grandes éxitos y entre temas transmitía mensajes de paz y concordia al público. También consiguió reunir en el mismo escenario a los dos políticos rivales, Michael Manley (PNP) y Edward Seaga (JLP), y se enlazó con ellos en un emocionante apretón de manos.

Sin embargo, a pesar de las buenas intenciones, el gesto no tuvo la trascendencia política deseada. Al día siguiente, los dos bandos siguieron confrontándose en las calles. Pero, sin embargo, si tuvo un transcendente y poderoso impacto simbólico. Bob Marley pasó de ídolo musical y referente rastafari a ser un símbolo, un activista pacifista en la esfera política y social. Recibió la Medalla de la Paz de Naciones Unidas y se convirtió en un icono del pacifismo y la lucha por los derechos civiles.

Este cantante jamaiquino ha sido un icono muy importante para muchas personas a lo largo y ancho del planeta, no solo porque musicalmente revolucionó al mundo, sino porque la paz y la unión fueron su modus operandi.

No obstante, es importante mencionar que no solo Bob Marley contribuyó a la creación artística y propagación de la música y cultura reggae, así como los valores rastafari, sino que muchos otros y otras artistas, aunque quizá no tan mundialmente conocidos, han supuesto una enorme fuente de inspiración y creatividad musical, y han tenido la capacidad de reivindicar con sus letras y de fomentar y extender el arte jamaicano a otras partes del mundo.

Entre esos músicos de Reggae-roots es decir, de las raíces de la música reggae, nos encontramos con Peter Tosh (que fue además el teclista en The Wailers, el mismo grupo donde Bob Marley era el vocalista principal), Burning Spear, The Abyssinians, Black Uhuro, Israel Vibration, Dennis Brown, Gregory Isaacs, Bunny Wailer, Judy Mowatt, … y otros más actuales como Ziggy Marley o Damian “Jr Gong” Marley, ambos hijos de Bob Marley.

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