¿Cuántas músicas hay?
Tradicionalmente, la música occidental se dividía en dos grandes corrientes, reflejo de la división social y cultural del público. Mientras la música culta estaba vinculada a la aristocracia, la popular era seguida por el resto de la población.
La música culta, entre la que sobresale la música clásica, abarca aquellas tradiciones musicales que utilizan estructuras complejas, se escriben mediante notación musical y emplean una variada instrumentación.
Tine Thing Helseth and Norwegian Chamber – 3er mov concierto para trompeta (2008)
Obra compuesta por el vienés Joseph Haydn. Fue uno de los máximos representantes del clasicismo, estilo de la música culta europea desarrollado aproximadamente entre 1750 y 1820.
Es frecuente la utilización del término «música culta» como sinónimo de música clásica occidental. Pero la mayoría de los musicólogos las diferencian, ya que la música culta, además da la música clásica, incluye otras expresiones como la música académica contemporánea, las músicas clásicas india, china y japonesa, algunas formas de jazz, rock y de música experimental, etc. La música culta también suele recibir las denominaciones de música erudita, música docta, música artística o música formal.
¿Cómo es la música popular?
Por su parte, la música popular comprende un conjunto de géneros musicales que generalmente tienen estructuras más sencillas, a veces son de tradición oral y suelen tener un marcado carácter internacional.
Por estas características, la música popular resulta atractiva para el gran público. Llega a las grandes audiencias a través de los medios de comunicación de masas y es distribuida de forma masiva por la industria musical.
Carmen Linares – La Tarara (1994)
Adaptación al flamenco de una canción tradicional anónima. Editada en el disco Canciones populares recopiladas por Federico García Lorca, es un claro ejemplo de música popular.
La Tarara es una canción popular del repertorio castellano. Se piensa que es de origen sefardí y es conocida en la provincia de Soria desde el siglo XIX. Hacía mención a un personaje popular un tanto estrambótico y se cantaba con ánimo burlón. Más tarde se expandió convertida en una canción de corro y, como ocurre con toda la música de transmisión oral, su letra varió de un sitio a otro, dando lugar a distintas versiones. A partir de todas ellas, Federico García Lorca escribió su conocido poema que ha sido adaptado por músicos de varios estilos.
¿Cómo evolucionó?
Esta división empezaría a cambiar con el desarrollo de la Revolución Industrial, a finales del siglo XVIII. La mecanización de los procesos de producción provocó un abaratamiento de los instrumentos musicales.
Este hecho produjo un progresivo acercamiento de la música a los hogares de la población, donde se interpretaban canciones, en su mayoría anónimas, con letras sencillas y una instrumentación mínima.
Celia Pavey – Scarborough Fair (2013)
Versión de un tema tradicional británico, de autoría desconocida. Muy célebre en el siglo XIX, es una de estas canciones populares que se interpretaron como pasatiempo familiar.
Con la Revolución Industrial, un amplio sector de la población, que hasta entonces era fundamentalmente rural y se dedicaba a la agricultura, se asentó entorno a las ciudades y adoptó un nuevo estilo de vida. Las primeras áreas industriales aparecieron en Gran Bretaña a finales del siglo XVIII, extendiéndose a Bélgica, Países Bajos y Francia a principios del siglo XIX. A mediados de ese siglo surgieron en Alemania y Estados Unidos, y a partir de 1868 en Japón. Ya a finales del de siglo XIX, aparecerían en Rusia, Italia y España.
